viernes, 4 de abril de 2008

El 60 por ciento de las españolas mayores de 70 años son hipertensas

La menopausia se presenta como una etapa crítica para la manifestación de este trastorno, como se ha constatado en la 13ª Reunión de la SEH-LELHA.

Ni clínicamente ni de forma generalizada existen grandes diferencias en la manifestación de la hipertensión arterial entre hombres y mujeres salvo en la reacción de alerta de éstas, que, cuando no están diagnosticadas ni tratadas, tienen más riesgo de padecer hipertensión aislada o de bata blanca”, tal como ha explicado la doctora Carmen Súarez, vicepresidenta segunda de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) que celebra su 13ª Reunión Nacional estos días en Valencia. Parece ser que también es más frecuente la reacción de alerta en las mujeres que ya están en tratamiento, lo cual suele elevar las cifras de presión arterial cuando se mide en la consulta médica y conduce a la sobreestimación del mal control de la hipertensión”, añade la experta.

Hipertensión en la menopausia
Sin duda, uno de los aspectos que diferencia la manifestación de la hipertensión arterial entre hombres y mujeres viene marcada por el momento de aparición. “En la mujer va ligada en gran medida a la menopausia. Mientras que antes de los 50 años la prevalencia es mucho mayor en el hombre, a partir de esa etapa las cifras en las mujeres se incrementan notablemente”, puntualiza la doctora Suárez.
Además, “la hipertensión arterial en la mujer suele asociarse a otros factores de riesgo ligados con los cambios hormonales, como son el cambio en la distribución de la grasa abdominal, unas tasas mayores de obesidad, alteraciones en los lípidos o en los niveles de glucemia”, destaca la doctor. Y añade, “todo esto hace que a partir de ese momento el riesgo cardiovascular de la mujer se incremente de manera considerable”.
Junto a la edad y a la carga hereditaria, el aumento de la tensión arterial experimentada durante esta etapa se debe al déficit de estrógenos. “Éstos desempeñan un papel regulador del tono vascular e influyen en el incremento de la sensibilidad a la sal. Si bien, existen una serie de factores que contribuyen en este sentido durante este periodo de la vida como son el exceso de peso, un deficiente aporte dietético de calcio y los trastornos psicológicos asociados como ansiedad, depresión o insomnio”, explica el doctor Pablo Gómez, vocal de la Junta de Directiva de la SEH-LELHA.
“En España, el 60 por ciento de las mujeres mayores de 70 años son hipertensas. Al llegar la menopausia, en la mujer aparecen una constelación de factores de riesgo cardiovascular. Varios estudios han apuntado el importante papel de los estrógenos en la producción de sustancias vasodilatadoras - como el óxido nítrico- y en la inhibición de la producción de los radicales libres, así como, elemento regulador del sodio”, indica este especialista.
Como cualquier otro paciente hipertenso, el tratamiento en esta etapa se planteará teniendo en cuenta los factores de riesgo cardiovascular de la paciente. “No existe un fármaco, en concreto, que los expertos escojan para iniciar la terapia antihipertensiva durante la menopausia, éste dependerá de los factores de riesgo asociados y de la afectación del órgano diana –riñón, corazón, etc.,- que la paciente presente”, indica la doctora Carmen Suárez.
Por otro lado, al margen del tratamiento farmacológico está demostrado que la relación entre el grado de forma física y la tasa de mortalidad en las mujeres, de modo que aquéllas que llevan una vida sedentaria tienen 5 veces más de riesgo de mortalidad cardiovascular.
FUENTE: CEOMA (Confederación Española de Organizaciones de Mayores)

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